La
autora del artículo comienza en la primera parte exponiendo una serie de
desgracias que han sucedido en el siglo XX, haciendo un balance muy pesimista
de este. Destaca que vivimos saturados de noticias e imágenes pero que estamos
mal informados, se trata todo de manera muy superficial, lo que no ayuda a
pensar ni a ser críticos ni a tener opinión propia. Dice que no basta con la
denuncia y ayuda puntual ante los problemas, sino que se ha de actuar
críticamente.
En la
segunda parte del artículo habla de literatura, compromiso y educación moral.
Plantea quien defiende la literatura centrada en lo imaginario, y de la
literatura social. En su opinión los dos planteamientos son válidos
y deben ir ligados, ya que en toda obra hay una ideología subyacente y la
neutralidad no existe ni en la literatura ni en la vida. Un escritor tiene
una responsabilidad moral porque influye en los lectores. Y es aquí donde
plantea, apoyándose en citas de otras personas que “sin ética no hay estética”.
Termina planteando que la buena literatura siempre es profundamente moral,
mientras que muchos libros que abordan expresamente cuestiones éticas o tratan
«temas transversales» no alcanzan ese objetivo. Califica de pseudoliteratura
los libros insustanciales, de fácil, que no cuestionan nada y venden un mundo
idealizado.
En un
último apartado del artículo habla de ideología, libros infantiles y educación
y de cómo de deber formar a los alumnos sin manipularlos. Para ello plantea una
serie de puntos que tiene que seguir un profesor de Literatura para contribuir
en la formación moral sin manipular como: seleccionar los buenos libros de
todos los tiempos, los clásicos y los modernos que los alumnos han adoptado y
se apropian cada día; ayudar a que descubran su contenido
revelador, sus aportaciones al conocimiento y a la expresión de interrogantes
sobre la condición del ser humano y concluye diciendo que con los libros
auténticos la literatura verdadera y necesaria no morirá nunca. Los libros no van
a salvar a la humanidad ni nos darán todas las respuestas, pero ampliarán
nuestra comprensión de lo que somos y el conocimiento de los otros, y seguro
que nos inducirán a formularnos nuevas preguntas para avanzar.
Grupo 3
Manuel Alcalá Domingo