lunes, 23 de septiembre de 2013

Crítica de un Artículo

Los Universitarios y la Lectura es el título de uno de los últimos artículos de  Claudia Gilardoni. Tras su lectura pretendemos hacer un análisis crítico sobre diversas cuestiones que se tratan en el mismo junto a la manera en que se exponen.

En primer lugar, queremos resaltar que en ningún momento la autora especifica con claridad cuál es el objetivo de este artículo. Simplemente se dedica a exponer toda una serie de datos que, además de insignificantes, algunos de ellos se contradicen entre sí. Esto se observa, por ejemplo, cuando emplea dos encuestas diferentes para establecer una relación entre la lectura y el estudiante universitario. De este modo, en una de ellas, indica que el número de lectores ha aumentado, mientras que en la otra se refleja que un alto porcentaje no lee y si lo hace es por obligación.

Por otro lado, aunque suponemos que el artículo se refiere a un lector universitario, puesto que inicialmente menciona las bibliotecas universitarias, no llega a especificarlo. Y es más, tampoco concreta a qué clase de lecturas va referido (académicas, narrativas…).

También se puede entrever que la autora considera que la lectura de libros y la condición de buen lector viene determinada por la carrera que curses. Esto es totalmente relativo. Es posible que un estudiante sea muy aplicado y no lea salvo para aprobar la asignatura o que otro que estudia química adore la poesía.

Por otra parte, el artículo nos hace pensar en la siguiente cuestión: ¿realmente sólo leen las personas que acuden a las bibliotecas? La realidad es que en la actualidad podemos acceder a la lectura desde muchas vías y  diferentes formatos. No obstante, es cierto que la autora reconoce esta situación, pero la obvia y continúa insistiendo en la idea de que los lectores, los verdaderos lectores, acuden a las bibliotecas.

Sin embargo, coincidimos con la autora ante el hecho de que los estudiantes tienen una escasa formación en la competencia lectora al finalizar la etapa obligatoria. Esto hace que al comenzar la universidad las dificultades puedan ser y sean más numerosas a la hora de enfrentarse con todo tipo de textos.


En definitiva, los argumentos empleados dificultan el establecimiento de una comunicación eficaz entre  el emisor (autora del artículo) y el receptor (el lector), dado que las ideas expuestas resultan en ocasiones poco claras, concisas y cohesionadas. Provocando que el lector se sienta decepcionado ante una lectura que no aporta respuestas ni reflexiones, tan sólo palabras vacías de significado.


Realizado por Grupo 3

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