martes, 1 de octubre de 2013

Práctica BLIJ

El artículo “La animación a la lectura desde edades tempranas” de Pedro César Cerrilllo Torremocha hace mención a la manera tan sorprendente en que la sociedad ignora y resta importancia a los aficionados a la lectura, a pesar de que en los últimos años se ha observado un aumento considerable de lectores.

Así pues, se debe recordar que leer es una actividad cognitiva que implica gran esfuerzo, por tanto, la verdadera lectura es voluntaria. Por desgracia, en las escuelas es donde se inician las lecturas obligatorias, vistas como una imposición y un ejercicio más a realizar. Este hecho provoca que leer quede relegado a un segundo plano, siendo sustituido por otro tipo de actividades de ocio.

Es en este punto cuando se hace notar lo imprescindible que es la convivencia entre lectura obligatoria y lectura voluntaria. Aunque, por supuesto, no es una tarea sencilla, precisamente.

De este modo, se nos plantea una escuela que manda lecturas obligatorias con tal de promocionar el hábito lector entre los alumnos, aunque su misión sea desarrollar la competencia lectora. El colegio no tiene por qué hacerse cargo de toda la responsabilidad, lo cierto es que el verdadero hábito lector nace en el hogar, se crea en el núcleo familiar, siendo incentivado con el ejemplo. Por supuesto, las escuelas reforzarán este hábito un poco más tarde y las bibliotecas continuarán participando en esta misión.

Estas ideas derivan en la importancia de la existencia de la animación lectora. Sin embargo, no se debe olvidar que es una actividad que requiere reflexión, no basta, únicamente, con plantear la lectura como un juego. La animación lectora necesita ser libre, con libros adecuados, de calidad y completos, y que la experiencia obtenida se comparta entre los lectores. Además, es imprescindible ayudarse de la sociedad y de actividades culturales, yendo un poco más allá y empleando, así, la promoción de la lectura.

Por tanto, se requiere de actividades de animación y promoción lectora, habiéndose iniciado a los futuros lectores en buenos hábitos entre sus familiares, logrando además una combinación entre las lecturas voluntarias y las obligatorias con el único fin de lograr ciudadanos críticos, alfabetizados y con buena competencia comunicativa, que es lo que la sociedad verdaderamente precisa.


Grupo 3
Realizador por: Valeria Raserón Vargas

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